Comunicación y educación en valores: fundamentos para una sociedad mejor a través de la magia del cine en el aula
Resumen hecho por: Arturo García
La educación en valores ha sido una preocupación constante en la historia de la pedagogía, desde la antigua Grecia hasta nuestros días. En un mundo marcado por desafíos sociales, ambientales y culturales, se vuelve imprescindible formar ciudadanos críticos y éticos capaces de convivir en sociedad de manera responsable. En este contexto, los medios de comunicación —en especial el cine— emergen como una herramienta poderosa para fomentar la reflexión ética y el desarrollo moral en el aula.

La escuela, aunque no es el único agente socializador, desempeña un papel privilegiado en la formación de valores. A través del currículo, la convivencia y las experiencias previas del alumnado, puede crear un entorno fértil para el desarrollo ético. Frente a metodologías tradicionales centradas en la transmisión verbal, se proponen enfoques participativos: clarificación de valores, dilemas morales y comprensión crítica. Estas estrategias promueven la autonomía, el juicio ético y la interiorización de valores significativos.
El cine destaca como un recurso pedagógico excepcional. Al presentar historias que abordan conflictos morales, relaciones humanas y dilemas sociales, permite que los estudiantes se identifiquen con personajes, cuestionen sus propias creencias y desarrollen empatía. Esta herramienta audiovisual facilita el análisis crítico de la realidad y sirve como punto de partida para debates, proyectos y actividades creativas que integran lo emocional, lo cognitivo y lo ético.

Además, el cine favorece la integración de metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, la creación de cortometrajes y el uso de guías de análisis. También permite abordar temas complejos —como la diversidad, el acoso o la igualdad— de forma accesible y significativa. El uso de redes sociales y plataformas digitales expande este aprendizaje más allá del aula, fomentando la participación activa y la colaboración.
Los medios de comunicación, por su capacidad para moldear actitudes y valores, deben ser utilizados con sentido crítico y pedagógico. Su influencia puede ser tanto positiva como negativa, dependiendo de cómo se integren en la educación. Por eso, la colaboración entre educadores y medios resulta esencial para garantizar una formación integral, ética y comprometida con la transformación social.
Fuente: https://www.educa2.madrid.org/web/revistadebates/articulos_15/-/visor/comunicacion-y-educacion-en-valores-fundamentos-para-una-sociedad-mejor-a-traves-de-la-magia-del-cine-en-el-aula